Banda Sinfónica: El anillo de Nibelungo

0 71

Viernes 8 de junio, 20 h | Apto todo público. Entrada libre por invitación a retirar en sala

Entrada libre por invitación a retirar en sala.
Reservas telefónicas al 1950 8921.

La Banda Sinfónica de Montevideo interpreta una versión instrumental que une en un solo concierto: El Oro del Rihn, La Valquiria, Sigfrido y El Ocaso de los Dioses.

    
LOS AUTORES
Richard Wagner

(Leipzig, actual Alemania, 1813 – Venecia, Italia, 1883) Compositor, director de orquesta, poeta y teórico musical alemán. Aunque Wagner prácticamente sólo compuso para la escena, su influencia en la música es un hecho incuestionable. Las grandes corrientes musicales surgidas con posterioridad, desde el expresionismo hasta el impresionismo y por continuación o por reacción, encuentran en Wagner su verdadero origen, hasta el punto de que algunos críticos sostienen que toda la música contemporánea nace de la armonía, rica en cromatismos y en disonancias no resueltas, de Tristán e Isolda.

La infancia de Wagner se vio influida por su padrastro Ludwig Geyer, actor, pintor y poeta, que suscitó en el niño su temprano entusiasmo por toda manifestación artística. La literatura, además de la música, fue desde el principio su gran pasión, pero el conocimiento de Carl Maria von Weber y, sobre todo, el descubrimiento de la Sinfonía núm. 9 de Beethoven lo orientaron definitivamente hacia el cultivo del arte de los sonidos, aunque sin abandonar por ello su vocación literaria, que le permitiría escribir sus propios libretos operísticos.

Transformó el pensamiento musical con la idea de la «obra de arte total» (Gesamtkunstwerk), la síntesis de todas las artes poéticas, visuales, musicales y escénicas, que desarrolló en una serie de ensayos entre 1849 y 1852, y que plasmó en la primera mitad de su monumental tetralogía El anillo del nibelungo.

En estas obras se elimina la separación entre números, entre recitativos y partes cantadas, de modo que todo el drama queda configurado como un fluido musical continuo, de carácter sinfónico, en el que la unidad viene dada por el empleo de unos breves temas musicales, los leitmotiv, cuya función, además de estructural, es simbólica: cada uno de ellos viene a ser la representación de un elemento, una situación o un personaje que aparece en el drama.

Erwin Schulhoff

(Praga, 8 de junio de 1894 – campo de concentración de Wülzburg (cerca de Weissenburg in Bayern), 18 de agosto de 1942) fue un compositor checoslovaco de origen judío.

Tras estudiar durante su infancia en el Conservatorio de Praga, se trasladó a Viena y cursó estudios superiores en Leipzig y Colonia, donde ganó el Premio Mendelssohn en las especialidades de piano (1913) y composición (1918). Recibió clases de Debussy y Reger. Durante la Primera guerra mundial sirvió en el frente, siendo una experiencia que le llevó a desarrollar un antibelicismo radical.

A partir de 1919 entra en contacto con la vanguardia artística alemana. Esboza un ballet con Tzara(Samuel Rossenstok – poesta y ensayista rumano fundador del dadaísmo) para piano que surge de una colaboración con Otto Griebel. También organiza una serie de conciertos en Dresde en los que se interpreta música de la Segunda Escuela de Viena.

En 1923 regresa a Praga, donde gana reputación como concertista gracias a su formidable técnica pianística. En sus programas hace hincapié en la música de vanguardia, estrenando las primeras obras microtonales para el instrumento. También desempeña una intensa actividad como pianista de jazz.

Es en esta época cuando empieza a componer sus obras de madurez. A los pocos meses de su regreso se estrena en Bratislava su ‘ballet-misterio’ Ogelala, obra escénica de inspiración primitivista. El escándalo en el estreno de la obra, aún mayor que el de La consagración de la primavera diez años atrás, le consagra como el principal valor de la vanguardia musical checoslovaca. Un año más tarde comienza su ciclo de sinfonías, y en 1927 se estrena su primera ópera, Flammen, que algunos han considerado la mejor realización operística sobre el mito de Don Juan del siglo XX. En la técnica serial de la época Schulhoff compone sus Once invenciones para piano.

A comienzos de los treinta Schulhoff es un comunista convencido que se compromete con los presupuestos del realismo socialista, simplifica su estilo y compone obras de inspiración partidista. En su Sinfonía No. 3 pretende componer la perfecta sinfonía socialista, y en la No. 4, compuesta en 1936, se sirve de un poema de Ondra Lysohorsky titulado «Morir en Madrid». En su vida privada da un paso más allá y toma la nacionalidad soviética.

Tras la invasión nazi de Checoslovaquia, Schulhoff trata de huir a la URSS, pero cuando ya está ultimando los preparativos de su partida es arrestado. En 1941 es enviado al campo de oncentración de Wülzburg. Allí enferma de tuberculosis, pero aún compone su testamento musical, la Sinfonía nº 6 Sinfonía de la Libertad, que junto con la Sonata 27.IV.1945 de Karl Amadeus Hartmann es onsiderada una de las obras musicales más significativas del Holocausto. Schulhoff muere en el campo de concentración el 18 de agosto de 1942.

Portal

View all contributions by Portal

Leave a reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Cargando Captcha...